dimecres, de desembre 22, 2010

¿Quien es el responsable?


Mariposas, happypills y cabezas cortadas.

Mis largos trayectos en coche al trabajo, en Tàrrega, me dan mucho para pensar. Y pensando, pensando, he llegado a barajar una teoría, que hoy quiero compartir con ustedes.

No descarto la posibilidad que dentro del PSC pudo darse hace unos meses el efecto mariposa, y que poco a poco nos ha ido derivando a una situación que podríamos denominar en cierto modo, caos constructivo.

Todo comenzó, al inicio de la campaña, cuando ciertas mariposas comenzaron a batir sus alas, y fue ese el instante en que la teoría del caos comenzó instalarse en nuestro partido.

El "efecto mariposa" es un concepto que hace referencia a la sensibilidad en la teoría del caos. La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema, en este caso, nuestro partido, la más mínima variación en esas condiciones iniciales, puede provocar que el todo evolucione en una forma completamente inesperada. Sucediendo así que, esa pequeña perturbación inicial, puede generar un efecto considerablemente mayor. En este caso un efecto exponencialmente mayor.

El momento más crucial antes de las elecciones, es la precampaña, todo debe estar preparado para ese momento, se debe considerar y tener a punto, hasta el más mínimo de los detalles, los militantes, esperamos que todos, sobre todo aquellos que están en el más alto lugar dentro de nuestras filas, pongan toda la carne en el asador, para luchar, con uñas y dientes por nuestro partido. Pero desde mi punto de vista esto no se ha dado.

Cuando todos intuíamos que las cosas no iban bien, y no hacían falta encuestas para saberlo, por que el calendario nos estaba pisando los talones, vimos impertérritos como quien está al mando de esta nave que es el PSC, gobernando el partido con mano firme y puño de hierro, desde hace años, se retiraba de la trinchera poniendo a Jaume Collboni, como escudo humano.

Los que gobiernan un partido, controlándolo todo, deben dar la cara ante una situación de tremenda derrota como la que hemos sufrido, y no hablo sólo del President Montilla, que su gesto le honra. Yo hablo de quien ha estado detrás del President, por que no ha estado sólo, hablo de los que son corresponsables de la debacle, incluso más responsables que él.

Quienes en la precampaña se refugiaron premeditadamente y con alevosía de la tormenta, ya visualizada desde Nicaragua, para salir de ella inmaculados, con la camisa limpia, seca, y diciendo, aquí, no ha pasado nada. Este es a mi modo de parecer, el momento en el se desencadena el efecto mariposa.

Yo no soy partidario del caos, tampoco lo he provocado, pero veo que esta es la situación en la que nos encontramos. Hemos llevado a cabo una campaña, que yo en muchos aspectos, y creo que muchos compañeros coincidirán, no he llegado a entender. Para mi ha sido una campaña sin rumbo y sin mensaje, sin saber explicar lo que somos y lo que queremos. Eso sí, muy innovadora.

Un ejemplo sería la campaña 2.0 que me parece una muy buena herramienta, imprescindible, pero cuando he ido leyendo los mensajes asociados a la campaña, ha sido como darme un atracón de golosinas, y además, no he visto mensajes definidos con fuerza, ni políticos ni ideológicos, ni de partido.

No hemos sido capaces de defender nuestra acción de gobierno. Las happypills pueden ser muy divertidas, en este caso indigestas y creo que no han dado su fruto, en absoluto, el mensaje quizá no debía ser tan dulce, pues lo que desprende a día de hoy la ciudadanía son más bien sensaciones agrias, en muchos caso agónicas. Muchos de los detalles de la campaña no se correspondían con la imagen de nuestro President, un hombre serio y no dado a demasiadas bromas. Sobre estos despropósitos, como de otros mayores, debe haber un sumo responsable, y yo creo que no es el President Montilla, son otros.

Yo no voy ha ser, o no quiero ser, quien valore la campaña, sólo dejo un pequeño comentario como evidencia de que las herramientas han sido las correctas pero el mensaje ha sido superfluo. Y el responsable de todo esto, es quien dirigía la campaña en la sombra, en ningún momento culpo a Collboni, quiero dejarlo muy claro, porque él para mí, además de un amigo, durante toda la campaña ha sido un escudo humano. Y sólo puedo que sentir admiración por su responsabilidad como miembro del aparato, y como militante, puesto yo sé lo que supone ser, un soldado llamado al orden.

Algunos compañeros con altas responsabilidades se han bajado del barco antes del naufragio, se han escondido o se han ido, como el Secretario de Estado de Transportes, otro detalle sería el Conseller que no ha querido ir en listas. Esto ha vuelto a ser el aleteo de la mariposa, pequeños actos que llegan a los militantes en forma de altavoz.

Si los coroneles y capitanes huyen, no pueden pedir a la fiel infantería, que se lance contra las ametralladoras. Lo hemos hecho siempre y lo seguiremos haciendo, los militantes estaremos al pie del cañón. El PSC no es fruto de los supuestos grandes estrategas, sino de los compañeros y compañeras que han estado luchando unidos en el campo de batalla.

El Sant Jordi no se llenó por los dirigentes del aparato del partido, se llenó por que los militantes son conscientes de su responsabilidad individual.

Yo no quiero que nadie sea el abanderado del ala izquierdista ni del ala catalanista, yo estoy totalmente en contra de que nos pongan en esta disyuntiva. Hay gente que quiere que cojamos una bandera o la otra, para dividirnos y ellos colocarse en el centro y así, pasar desapercibidos de su responsabilidad. Pero yo creo que aquí hay quien ha fallado en la táctica, en la estrategia, en el mensaje y en el momento.

Por todo ello quiero romper una lanza y ver la parte positiva sobre mi teoría del caos. Como dijo Pablo Picasso, todo acto de creación es un acto de destrucción. Debemos apostar por una reconstrucción positiva. Nuestra educación occidental refuerza el pensamiento lógico y analítico, haciéndonos sentir incómodos ante la ambigüedad, el caos y lo desconocido. El no saber a dónde se llegará cuando se exploran nuevos territorios genera mucha ansiedad, que en automático dispara la necesidad de sentir y aparentar ante los demás que se tienen las respuestas y el control.

Nos han atado candados que nos han llevado al punto donde nos encontramos, pero una urgencia por sentir el control es lo que nos llevará a cerrar de nuevo esos candados y que todo continúe igual. Es importante recordar que no es tan malo sentirse perdido. Está bien no tener las respuestas para todo. Los grandes genios e ideólogos se han sentido así. La confusión es una etapa necesaria en el camino a la creación. Y hay que comenzar a romper los candados que nos asfixian actualmente, para coger nuevo aire.

Pero debemos ante todo pedir responsabilidades, responsabilidades a quienes nos han llevado al lugar donde nos encontramos, de nuevo en la oposición en el gobierno de la Generalitat, habiendo malgastado a impulsos, recursos y sacrificios del pasado. No debemos dejar impune a quien ha querido sobrevivir a toda costa y a todo acontecimiento, desde Nicaragua, sentado en su sillón, viendo rodar delante de sus pies la cabeza de dos Presidents: El President Maragall y el President Montilla

¿¿cuantas cabezas más debemos dejar rodar para exigir responsabilidades??