La sordera política.
Cuando salgo a la calle en mi barrio y veo personas registrando los contenedores, buscando comida o cualquier cosa que vender, para poder comer, me siento realmente triste.
El mundo está en crisis, los ciudadanos no tienen trabajo o les cuesta una barbaridad llegar a fin de mes, para poder pagar sus hipotecas, mientras algunos miembros de la clase política desde su escaño pasan horas y horas con su blackberry en el hemiciclo twitteando, en muchos casos de cosas banales, o como la Sra. de Cospedal cobrando como senadora sin asistir a los plenos, mientras cientos de ciudadanos rebuscan en los contenedores. Esos mismos ciudadanos que pagan sus impuestos para que una parte de la clase política puedan seguir twitteando durante horas, o sin presentarse a los plenos, estas cosas hacen pensar que nuestros políticos no están prestando la suficiente atención a lo que realmente interesa a la ciudadanía, la solución a sus problemas, de como salir de esta crisis, sin lugar a dudas una crisis también de valores, de valores políticos.
Vemos con estupor que las grandes fortunas crecen en un promedio del ocho por ciento (Zara y Koplowitz) o como a consejeros delegados del BBVA le dan un plan de pensiones de más de 50 millones de euros y más de tres millones cada año. Aquellos mismos que nos metieron, con sus especulaciones, en la crisis, o aquellos que decidieron que para aumentar el consumo de masas, era más fácil concederles créditos a la clase trabajadora, que aumentarle los sueldos. Y ahora en nombre de la confianza de los mercados se atreven a dictarnos los recortes sociales que debemos hacer.
¿Que deben hacer los ciudadanos para llamar la atención de la clase política? ¿qué puede hacer un ciudadano para decir a sus políticos que no están siendo lo que se espera que sean?
¿Que debemos hacer la clase política para demostrar a los ciudadanos que somos lo que esperan de nosotros? Recuperar muchos de los valores que se han ido dejando en la cuneta. Conciencia de clase y justicia social. Y plantar cara a los Mercados.
