dimarts, de novembre 09, 2010

Felipe González y Aznar


Leí atentamente la entrevista de Felipe González en el País del domingo.

Le verdad es que las reflexiones que aporta, y el perfil del personaje, son sumamente interesantes. Y no tan sólo sobre lo que decía de la lucha antiterrorista, sino de los nuevos retos en la sociedad de la información y el sistema financiero. Y es que Felipe es un estadista con mayúsculas, por mucho que la derecha carca y retrógrada de nuestro país le fastidie. Ellos sólo tienen el espejo de nuestro amigo “ansar” por mucho que George Bush diga; Aznar no le llega ni a la altura de los zapatos, esos que precisamente ponían encima de la mesa cuando decidían la invasión de Irak.

El cariño y el carisma de Felipe se nota en los pabellones, en los mítines que realiza, porque parece que se esté dirigiendo a ti en persona cuando piensa en voz alta.

Por eso me alegro que participe en esta campaña de las Autonómicas, siempre será un aliciente para nuestra militancia, y sobre todo para nuestro electorado. En unas elecciones donde la abstención es una larga sombra que planea sobre las encuestas.

Esto también me hace pensar sobre la remodelación del gobierno central; que con las incorporaciones de Rubalcaba y Jáuregui, se reconoce que en el partido las trayectorias y la experiencia vuelven a ser un valor que cotiza en alza.

Me ilusiona, después de demasiadas sorpresas novedosas, cuando se iba escondiendo en el baúl de los recuerdos a grandes personajes del socialismo, que se recuperen ciertos compañeros

El debate sobre la participación o los partidos políticos, o como en el mismo artículo de Felipe, expresaba la mediocracia. Siempre ha sido un tema de mucho interés para el conjunto de los ciudadanos, por eso recordarles amigos lectores, algunas frases de Montesquieu

Cuando se busca tanto el modo de hacerse temer se encuentra siempre primero el de hacerse odiar.


P.D..: comienza la campaña el próximo viernes, y como dice el President Montilla, los socialistas catalanes somos la garantía de progreso y de justicia social