El 27 de noviembre, conocimos la Operación Mercuario llevada a cabo en Sabadell contra la corrupción y tráfico de influencias. No he salido de la perplejidad durante estos días, noticias que corrían a raudales, las redes sociales que lentamente hacían que fuese subiendo el mercurio de la temperatura... comentarios en la ciudad, en los barrios, en las plazas, de "ya me extrañaba que tardasen tanto en destapar la liebre" "pero si esto lo sabía todo el mundo" o " no me lo puedo creer lo que está pasando" y todo esto con el estribillo "si todos son iguales".
Llevo afiliado al PSC de Sabadell la mitad de mi vida, conozco a todos los imputados políticos, a sus familias. Y soy consciente de que el PSC de Sabadell está tocado y herido de muerte. Me duele por todos los compañeros y compañeras anónimas que han luchado a lo largo de su vida por unos ideales de forma discreta, humilde, con sacrificio, dando la cara en momentos muy difíciles del socialismo, como con el caso Roldán o cuando Alfonso Guerra tuvo que dimitir por su hermano (el de las patillas), o actualmente el militante que da la cara con la crisis y nuestra reforma constitucional de limitación del gasto público y los dichosos brotes verdes....
Me acuerdo en estos momentos de mi Padre, cuando me recitaba poemas, y se me grabó uno con una huella indeleble de Antonio Machado.: "Jóvenes vosotros que hacéis política haceros vuestra máscara, impedid que os la pongan o os la impongan porque tarde o temprano hay que dar la cara."
Vaya por delante mi creencia, respeto y defensa a la presunción de inocencia, soy un demócrata de izquierda, y nunca pretenderé juicios sumarísimos a nadie, en otra época contemporánea ya tuvimos demasiados.
Volviendo al Mercurio, hablamos de un proceso con una investigación abierta durante más de dos años, con teléfonos intervenidos, empresarios arrepentidos, e intermediarios del PP. Se abren serias incógnitas, y no me refiero a las imputaciones, sino a las responsabilidades éticas, ideológicas y políticas.
Conversaciones que salen a la luz, dinero a un juez, colocaciones ad hoc, dietas de más 200.000 euros en un consejo de administración de la compañía de aguas de Sabadell, suites de hoteles, casas construidas a sobrinos , por el que fue nombrado presidente de la empresa pública de construcción VIMUSA y presiones para colocar gente.... entramados familiares de puestos con sueldazos, cargos, favores, privilegios,preevendas, telas de arañas difíciles de desenredar amenazas de esparcir mierda, o de si caigo yo caemos todos, o que seré un muerto muy incomodo.
Y eso que aun no se ha levantado el secreto del sumario.
Como dice victoria Camps. "la ética de nuestro tiempo es una ética de derechos que ha olvidado sus deberes". En este caso hablamos de cargos orgánicos del PSC y representantes institucionales, es posible que sea injusto el filtro de las conversaciones, pero ahí están. El filtro social y ciudadano no lo pasarán.
Me acuerdo del valenciano Camps y Costa, "y su amigito del alma, cámbiame la tapicería del coche" o los trajes, O Fabra que es el que más le toca la lotería de España, aeropuerto de Castellón aparte. O de Carlos Divar ( Presidente del Poder Judicial) con sus viajes a Marbella, cenas y dietas..... Yo en este blog los he denunciado muchas veces, ahora que credibilidad nos queda?
Ya podemos como socialistas invocar principios nobles, honorables y éticos si no tenemos voluntad de aplicarlos, estos principios no sirven de nada y ese es el peligro del PSC." A parte de serlo trasparente hay que parecerlo"
López Campillo decía: " que los partidos han ido adquiriendo un carácter eclesial, pero de una iglesia sin doctrina. Sin capacidad colectiva de analizar críticamente la situación. se ha aprendido lo peor de la iglesia, la disciplina, el servicio al partido y el respeto a la jerarquía".
Más de 20 años en el PSC Sabadell me han permitido observar la mutación de un partido plural a uno personal, como un partido de confrontación ideológica pasa a uno de reino taifal. siempre y cuando siga recibiendo la plata del Perú respeto al Virrey, da igual lo que haga.
Lo que pasa en Sabadell y en el PSC, es una clara muestra de que Montesquieu sigue vigente, al poder sólo se le controla con el poder. Y sea con el de la sede central del Partido, o con la voluntad popular, pero lo que está claro para la política la omisión de respuesta o la inacción es lo que desilusiona al ciudadano y hace que aumente el descrédito a nuestra formación política. Un crédito que costará mucho reponer. No nos debe extrañar que el lema del movimiento 15M sea: NO NOS REPRESENTAN!!
Estas líneas se la dedico con mucho cariño a todos lo compañeros de Sabadell que dejaron su militancia activa, para ser afiliados, lo escribo para aquellos compañeros de Sabadell que gritando en silencio se han ido a otras agrupaciones, para aquellos otros que en vista del estilo patriarcal del partido en Sabadell han emigrado a otros partidos y sobretodo para esos compañeros y compañeras que se dieron de baja decepcionados de ver que formas de hacer y entender la política ahora son noticia.
P.D.: En política el colectivo siempre está por encima del individuo que lo representa
